Hauwana Ibraim, ganadora del premio Sarajov de la lucha de los derechos humanos, se hizo internacionalmente famosa por ser la abogada de Amina Lawal, condenada a morir lapidada por la ley sharia al tener un hijo fuera del matrimonio una vez separada de su marido. Esta abogada de 35 años nacio en el norte de Nigeria en una familia en la que una niña no podía acceder más que a la escuela elementaria y con doce años debía de estar preparada para casarse. Su hermana fue la que le abrio el camino al decidir terminar la escuela secundaria y luego casarse como mandaban las normas de la familia.
Pero Hawana no solo siguiò los pasos de su hermana negándose a casarse si no terminaba su educación. Una vez que decidiò que quería ir a la universidad se dio cuenta que tendría que trabajar duro. Para ello no dudó en recoger madera, vegetales, piedras lo que hiciera falta para costearse sus estudios. Aún a sabiendas de que el dinero que ganaba sería para comprar el ajuar para su casamiento ella estaba decida a estudiar e ir a la universidad
Una vez que consiguiò su objetivo comenzaron las practicas en una remota aldea donde tenia que ir en burro, bicicleta o camello, todo con tal de cumplir sus objetivos. La mayoría de los casos eran hombres cuyos miembros habían sido amputados o iban a serlo incluso cuatro casos de lapidación entre ellas Safiya. Otro terrible caso fue el de una mujer que le debían dar 100 latigazos por acusar a un hombre de violación, se le propinaron 180 porque el caballero alegó que había sido otro y no él. Estos son unos de los tantos casos a los que se ha tenido que enfrentar en su largo camino hacia una Nigeria y porque no, a una Africa mejor en donde las mujeres tengamos voz y voto y para ello necesitamos que nos abran las puertas de la educacíon. Para que ninguna niña quede sin escolarizar. Esta es una larga lucha, pero mujeres como Hauwana nos aportan el coraje que nos falta a aquellas que no tenemos la fuerza para revelarnos contra la politica africana, la de la sistematica sumisión de la mujer, relegadas a ser mulas de carga con ubres.
Gracias a su trabajo, le han llegado reconocimientos nacionales como ser nombrada la primera mujer secretaria pública nacional de la asociación de la abogacia nigeriana. Ha trabajado como asesora del programa de desarrollo de Naciones Unidas. Tambien ha desempeñado su labor en la comisión de la Unión Europea y para embajadores de Nigeria y para abogados sin fronteras.
